domótica accesible
Hoy quiero escribir sobre domótica. Ya saben ustedes, eso de las casas inteligentes. Cuando yo era pequeño, mi madre me decía… -Cuando tengas tu casa y vaya a visitarte, el portero te dirá… “Ya está aquí la pesá de tu madre, ¿le abro?” Al principio me hacía gracia. ¿Cómo iba a saber el telefonillo quién quería entrar? Os hablo de la época de los primeros teléfonos móviles y de las primeras conexiones a internet. ¿Soy muy viejo si recuerdo conectarme con un modem a 56KBPS y desconectarme porque alguien levantaba el teléfono? Años después, descubrí que mi madre tenía razón, actualmente es más o menos posible hacer algo así, aunque no tengo yo muy claro que sea legal guardarte una foto de alguien para identificarle o poner una cámara en la calle. El caso es que yo llevaba queriendo domotizar la casa desde hace tiempo. vivo de alquiler, así que quería cosas que pudiera llevarme a otra casa sin mucha complicación. Qué narices. Por querer, quiero interruptores inteligentes, bombillas inteligentes con un par de sensores de movimiento y un aire acondicionado inteligente que se active dependiendo de lo que arrojen un par de sensores de temperatura. Pero estando de alquiler es un poco complicado. Hace un par de semanas me avisaron de que me convocaban para el curso de perro guía. Y además de la ilusión y esas cosas, que me voy a ahorrar comentar porque hay mil entradas en mil Blogs describiendo la experiencia, se me encendió la bombilla. Ya tenía la excusa ideal para aprovechar para domotizar. Lo primero el robot de limpieza. Sabemos que un perro de estos suelta pelo para dar y regalar, y yo no se a ustedes, pero me gusta tener la casa limpia. Escogí uno de los robots que había en oferta. nada mejor para ello que tener a Salva de amigo. el cabrón es como un traficante de drogas pero con los cacharros y la comida. Encuentra ofertas con una facilidad pasmosa. en concreto, este cacharrito.
Pone que es compatible con Alexa, pero yo no conseguí que el Echo lo detectara. De accesibilidad no va nada mal, si quitamos el hecho de que no podemos programar la limpieza sin ayuda. Pero ese problema se soluciona con HomeBridge para hacerlo compatible con HomeKit, pues puedes programar una automatización desde la aplicación de casa de Apple y asunto solucionado. Haré una entrada explicando cómo configurar HomeBridge y cómo hacer el cacharro compatible, porque hecho uno es fácil hacer el resto si hace falta. Lo siguiente que he hecho inteligente ha sido la puerta de la nevera. Parecerá una estupidez, pero hay veces que se queda abierta o que se abre sola, y tener una notificación en el teléfono y el HomePod pegando berridos ayuda a solucionar ese detallito. Adiós, acumulación de hielo en la nevera. para ello he utilizado el sensor de puertas y ventanas de Aqara. Con su correspondiente Hub, por supuesto. En este caso es bueno, barato, compatible con HomeKit sin hacer tonterías y accesible sin morir en el intento. Prometo hacer la entrada de cómo configurarlos uno de estos días, que es fácil hacerlo mal y tirarte una hora dándole vueltas al sensor para poner las dos partes en su sitio.
encontrar el Hub ha sido una pesadilla. Tras pelearme con Amazon y un vendedor que pasaba olímpicamente de enviarlo, compré a una tienda española el Aqara M2 Hub. Dos días tardó, un servicio impecable. Y lo mejor es que casi todo lo de Aqara es bastante accesible, así que en tema sensores, es difícil equivocarse por lo que me han contado. ¿Planes futuros? si me quedo en esta casa, comprar un dedo domótico que pulse el botón del aire acondicionado cuando la temperatura que arroje un sensor sea inferior a 20 grados. sí, existe.
Por supuesto, iré ampliando esta entrada con toda cosa domótica que caiga en mis manos. ¡nos leemos pronto! Este artículo posee enlaces de amazon Afiliados. Recibo comisión por cada compra.